sábado, 25 de julio de 2015

El tiempo, dichoso tiempo.

Es fácil culpar al tiempo del motivo porque cada vez publico menos, y es cierto, me falta tiempo, pero supongo que también me falta ilusión por seguir con el blog más dinámico, pero bueno, intentaremos seguir y recuperar la ilusión.
Hoy os quiero mostrar como se las gasta nuestra pequeña Laia, que es todo un carácter creo que es algo que quien la conoce lo ve, pero a medida que crece se va mostrando cada vez más, y para mi, mi enana es como el ying y el yang, puede pasar de la alegría más absoluto a enfadarse con todas las de la ley, puede ser súper cariñosa, dulce y mimosa como de repente no querer ni mirarte de cara, tiene los dos extremos de todo. 
A veces pienso que se me va a escapar, que va a poder conmigo, simplemente porque muchas veces puede, y como me dijo una amiga mía si me ve perder los nervios, gana ella. Así que en esas estoy, intentando controlarme, ser más tenaz y obtusa que ella, que vea que conmigo no puede, que su madre le repite las cosas dos veces, si no hay respuesta habrá consecuencias, que pueden pasar por no poder ver los dibus, a irnos de un sitio concreto, a que se quede sin nadar esa tarde, o sentadita en su cuarto un rato pensando en lo que le dicen los papas. Tiene que ver que aquí quien manda somos nosotros, que tenemos la última palabra, y que aunque la escucharemos y la tendremos en cuenta, seguimos decidiendo nosotros, porque sino se nos sube a la chepa seguro. Para muestra un botón con estas fotos, era una tarde de mayo (siii, llevo mucho retraso con las fotos, pero mucho) y jugaba con su padre con una peonza más feliz que una perdiz, hasta que vete a saber porque se enfado por algo y ya le cambio la cara,no quiso jugar más y nos deleito con esas caras de enfadada, que no es por nada pero esta igual para comérsela.  En fin , nadie dijo que ser padres fuera algo fácil, pero tenemos claro tanto el papi como yo que el trabajo hay que hacerlo ahora, y ponernos firmes en los primeros años, si le dejas pasar una cosa y otra cuando te das cuenta ya se te ha escapado, así que al tajo y a ser firmes aunque a veces sea más fácil no serlo.







miércoles, 8 de julio de 2015

Cuantos más, mejor!!

La verdad es que estamos pasando un buen verano de momento, no se nos hace pesado porque siempre tenemos mil cosas que hacer. A Laia le encanta estar en remojo o jugar con agua, no le tiene nada de miedo a la piscina, se atreve a lanzarse sin manguitos, siempre con nosotros a su lado, claro. Pega saltos, brincos, ya no le hace nada meter la cabeza dentro del agua, que el año pasado era un desastre en eso.  Es atrevida con todo, y con su padre se puede pasar un montón de tiempo en remojo, jugando, nadando...se tumba con el al sol, pasan un montón de tiempo juntos en la piscina. Y cuando se cansa de la piscina tenemos la parte del césped, con nuestros juegos de agua, con su boti-boti, con nuestros picnics....Nos podemos pasar horas jugando, pero claro, yo no tengo tantas ganas de jugar, un rato encantada lo hago, pero luego pienso en que tengo que hacer la comida, limpiar, poner lavadora y todo eso lo tengo que hacer a trozos...y es ahí cuando me va de maravilla que venga gente a casa, ya sean sus primos mayores que vienen a nadar, los pequeñajos que aunque vayan más a su rollo ya empiezan también a jugar entre ellos, amigas que vienen a merendar, fiestecillas improvisadas, en definitiva, jaleo...Laia me lo pide cada vez más:"Vull gent aquí", y con eso me dice que invite a alguien. Una de las cosas que ha heredado mi casa con respecto a la de mi madre, es que aquí suele venir mucha gente así, sin avisar, sin invitación, sin formalidades, con la confianza de quien sabe que puede hacerlo y veo que a Laia esas visitas sorpresa le gustan cada vez más, hasta el punto de pedírmelas sino viene nadie. Y a veces le digo que es muy bueno estar solos un ratito, y jugar a nuestras cosas, y leer cuentos, y ver un poco de dibujos para descansar y merendar tranquilos....y es ahí donde suena el timbre de casa y se pone loca de alegría y a pegar saltos, aunque no tenga idea de quien viene, el caso es que haya gente!!! Conste que yo de pequeña no era tan sociable.