martes, 8 de marzo de 2016

¿Cambiamos, mejor dicho, mejoramos?

Una de las muchas cosas que no me gustan de mi es mi impulsividad, la forma de activarme tan rápida y subirme para arriba sin ningún control, que se apodere de mi la ira y cuando me doy cuenta ya estoy soltando por esa linda boquita sapos y culebras y no de una manera agradable. Después del estallido ni me siento bien, ni me gusto, ni apruebo lo que he hecho, así que suelo quedar tocada para unos cuantos días.
Como he podido comprobar que esto afecta a Laia más de lo que me gustaría, porque como es lógico soy uno de sus modelos a seguir,y he visto comportamientos en ella similares a los míos, decidí ponerme manos a la obra y pedir ayuda para conseguir modificar lo que no me gusta de mi, como se dice de manera adecuada, controlar las emociones, yo soy emoción pura, para lo bueno y para lo malo, pero si puedo controlar un poco lo malo mejor que mejor.
Ni que decir tiene que no esta siendo fácil, es complicado cambiar algo tan arraigado a ti, que te ha acompañado siempre, a los 41 años, pero como estoy segura que se puede ahí estoy, intentándolo. He notado mejoría, sobretodo con Laia que era la que más me preocupaba, la entiendo mejor, se como ponerle los límites de manera más eficaz, no tengo porque gritarle tanto y sobretodo evito que aprenda que las cosas se hacen de esa manera, al contrario, no es el modo de conseguir las cosas.
El caso es que mi último año y medio ha sido tan caótico, difícil y complicado que notaba que me había desbaratado todavía más mi forma de proceder, y esto unido a que la niña esta en una edad retadora a tope y que es fácil que te saque de quicio, me hizo ver que no iba por buen camino. 
Quiero ser un buen ejemplo para Laia, quiero que pueda mirarme sin sentir que le estoy fallando, quiero que aprenda que las cosas no se hacen con gritos y me gustaría que algún día pueda sentirse orgullosa de su madre...y una vez más, sólo puedo darle las gracias, porque apenas con su metro de altura ya ha conseguido que su madre quiera mejorar por ella.