jueves, 12 de noviembre de 2015

Así es!

Nuestra lucha con Laia es diaria, porque no tiene un carácter de lo más fácil, prueba continuamente hasta donde puede llegar, por lo tanto tienes que ponerle límites continuamente.
Es divertida y alegre, le gusta la juerga, el jaleo, me pide cada dos por tres si hoy vendrá alguien, si habrá picnic o merendola, me pide para hacer fiestas y le encanta que venga gente a casa, pero a veces luego se queda más de observadora de lo que hace uno o hace el otro que de dedicarse a disfrutar el momento.
Tiene genio, las ideas claras y muchas veces se impone gritando y mandando de malas maneras lo que quiere, (no me recuerda a nadie), cosa que le corregimos continuamente. 
Uno de sus peores defectos es que peca un poco de desobediente, le tienes que repetir mucho las cosas y se hace la sorda, canturrea, y parece que la cosa no va con ella. Ahora estamos de lleno trabajando en ello, le hemos explicado claramente que ni papa ni mama le repetirán las cosas más de dos veces, que sino hace caso habrá consecuencias, cosa que ya hice la otra noche, como la consecuencia no le gustó parece que ha causado efecto y esta más pendiente de lo que le decimos y actúa con más celeridad, pero vamos, no pienso todavía que lo hayamos superado.
Cada vez paso más gusto de hablar con ella, de ver como se explica, como razona, y eso que a veces parece que habla estilo indio y me cuesta entenderla, pero cada vez mejora más. Es muy espabilada, inteligente, aunque se distrae con una mosca que pasa, creo que le costará prestar atención. Es muy dispersa y quiere hacer mil cosas a la vez.No esta quieta dos segundos, cuando después de comer le ponemos dibujos para que descansemos todos un poquito sólo dura sentada 5 minutos, luego ya está arriba, abajo, intentando hacer el pino, saltando sobre el sofá, tirando los cojines al suelo para saltar sobre ellos... es puro nervio. Y hacer siestas con ella es prácticamente imposible, le pides que por favor, vas a dormitar un poco, que no moleste y te dice toda convencida:."Vale, mama, vale" y cuando estas cogiendo ese sueño tan placentero se acerca, te pone su boca junto a tu oído y te pregunta :"Mama, dorms?". O viene y acerca su cara a tu cara a dos milímetros esperando a ver si abres los ojos un poquito, si lo haces te dedica una sonrisa, sino esta un rato más allí pegada  y se va, hasta dentro de 5 minutos que vuelve, y luego tiene el morro de decirte cuando te levantas ya cansada de no poder dormir, " Mami, a que te he deixat dormir?", me entran ganas de matarla.
La verdad es que es un disfrute de niña, que tienes que aprender a dejarla bastante a su bola, porque le encanta, pero que de vez en cuando viene en tu búsqueda para su ración de mimos, abrazos, besos y risas y es el momento en que hay que disfrutarla a tope, porque se deja hacer de todo. Se esta haciendo mayor, y juro que disfruto de verlo, aunque pase tan sumamente rápido.




No hay comentarios:

Publicar un comentario