lunes, 8 de febrero de 2016

Slow.

 El otro día, hablando con un padre que ya es abuelo, me dijo algo que yo pensaba hace tiempo pero que al decírmela alguien que ya había pasado por esto hace mucho y lo ve desde la perspectiva delos años pasados pues todavía me hizo tomar más consciencia de ello.
Este buen hombre me dijo que de lo único que se arrepentía respecto a sus hijos era de haberlos metido de pequeños en la vorágine esta que tenemos los adultos de vivir a tope, de no disfrutar el momento, de ir siempre con prisas, de meterles a ellos todas las prisas del mundo... que si, que a veces es inevitable porque realmente hay prisa, hay que llegar al cole y hay que apresurar, pero otras, la gran mayoría, les metemos prisa sin necesidad, para irnos del parque, por ejemplo, aunque nadie nos espere, o para hacer tareas, o arreglar su cuarto...no nos adecuamos a su ritmo, queremos que ellos se adapten al nuestro, y su ritmo es muy diferente al nuestro.
Por eso este señor me decía que ahora lo haría de manera diferente, que les dejaría ir más a su ritmo, en todos los aspectos, y que el simplemente se dedicaría a disfrutar de ellos. Si, ya se, hoy día trabajando con el estrés que solemos llevar siempre hay prisas, no hay tiempo para eso, pero lo malo es que cuando si lo hay , tampoco sabemos hacerlo, ya vamos tan acelerados que no sabemos parar y adaptarnos a su ritmo, que es lo que realmente tendríamos que hacer. Los niños tienen que ser niños, no pequeños adultos, tienen que jugar, sin prisas, sin agobios, vestirse tranquilos, pararse a mirar una flor 5 minutos, ver el vuelo de una mariposa y quedarse extasiados sin que nadie les diga: veeeenga. Hemos de aprender a volver a ir a ese ritmo que necesitábamos de niños dentro de nuestras posibilidades, se que no es fácil, pero creo que este buen hombre me ha ayudado a abrir más los ojos al respecto. Al igual que mi padre, que cuando supo que tenía un cáncer que no tenía remedio dijo que no se arrepentía de nada en su vida, más que de una sola cosa, jugar más con sus hijos, que si fuera ahora lo haría diferente. Aprendamos de ellos y hagámoslo diferente ahora que todavía estamos a tiempo.



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