Cuando la dejábamos en la cuna y no sabía salir nuestra hora de llevarla a dormir eran las 10 y de puro aburrimiento se llegaba a dormir. Ahora eso se ha acabado, desde que sale de la cuna es meterla en ella y en menos de 5 minutos está fuera, y así sucesivamente. A veces son las 12, las 12:30 y a aguantado hasta la 1, y no pierde energía para nada.
Ya son unas cuantas noches que al final se ha dormido en el sofá, de tanto que quiere aguantar. Hemos probado de que no haga la siesta pero nada, tampoco se duerme a la hora que toca, le dices de ir a la cama y dice que no, que quiere estar con papá y mamá, aquí en el sofá. Te promete que estará quieta y no se moverá pero le dura el propósito 5 minutos, al rato sube, baja, salta, canta...es agotadora.
La otra noche, como la mami quería ver Velvet con cierta tranquilidad, el papá se la llevo al cuarto nuestro para distraerla y haber si podía conseguir dormirla. Estaba yo tan tranquila disfrutando de mi momento cuando a la media hora oigo unos pasos veloces y me aparece Laia toda feliz, no pude menos de saber lo que había pasado, así que le pregunté si había conseguido dormir al papi y me contesto con una gran sonrisa:"Si, dorm". Así que acabe de ver Velvet con mi hija pegada a mi, hablando, cantando, subiendo y bajando. Eso si, Cesar dormía como un bendito.
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