martes, 17 de febrero de 2015

Quien dijo que fuera fácil?

Este fin de semana me apunté a un curso de fotografía, por varias razones, pero la que más predominaba era para sacarle más partido a la cámara que tenemos y poder sacar mejores fotos a Laia. Después de 15 horas intensas con la cámara he llegado a una conclusión: misión imposible.
He aprendido bastante, no os diré que no, he aprendido cosas que yo no tenía en cuenta ni un poquito y se que con práctica y práctica y más práctica puedo llegar a hacer alguna foto decente pero....a Laia? Imposible!!
Laia es un nervio que no espera quieta dos segundos, que no puedes decirle ponte ahí porque no te hace ni caso, que no importa que le digas no te pegues a la pared porque allí será donde  se ponga, que no puedes enfocarla porque quieres que sea el centro de atención, pero a la vez una vez enfocada mover la cámara para que quede a un lado porque cuando disparas ya no está allí, se fue. Con Laia tiene que ser todo a toda pastilla, rápido, al instante y de 10 fotos dos salen bien y las otras para borrar.
Y en parte pasa igual con casi todos los niños, como este día, que cuando no era Adrián el que no quería hacerse fotos, era Laia la que se iba y cuando conseguimos convencerlos para posar, la mayor, que esta en esa edad hiper sensible en que el mundo esta en contra de ella y nadie la entiende, se enfadó no se porque razón todavía y desapareció del mapa, hasta que volvió a aparecer con los ojos hinchados. De verdad, alguien me puede decir como se pueden conseguir fotos artísticas así? Nada, que seguramente para hacer fotos a Laia, seguiré con el automático. Y el curso para que me habrá servido? pues para pasármelo bien un finde, que reír me reí mucho!!






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