miércoles, 10 de abril de 2013

Perdón.

 A veces no puedo evitar pensar que has tenido mala suerte, que te mereces una mejor madre que la que tienes.
 Una madre que no pierda los estribos con tanta facilidad, una madre con más paciencia, una madre más dulce, que te trate con la dulzura que te mereces...
 Una madre más flexible, porque tienes una madre un poco radical, en sus ideas, en lo que quiere de la vida, en lo que quiere para tu educación...
 y los niños necesitan flexibilidad, cambios, que no este todo tan encajonado...
 Me sabe mal, pequeña princesa, que te haya tocado esta madre, tu te mereces mucho más.
Intentaré cambiar todas esas cosas, por ti, porque lo vales, si no soy capaz no me lo tengas muy en cuenta, esto de ser buena madre es muy difícil.

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