martes, 9 de julio de 2013

Mis tres hijos.

Desde bebe siempre ha habido un perro en mi vida y ha sido una de las mejores cosas que me podían pasar, criarme con cada uno de ellos. Naturalmente no los he querido a todos de la misma forma.

Algunos simplemente me caían en gracia, otros me provocaban ternura y a otros simplemente los he adorado con todo mi ser. Esos son lo que considero mis hijos. Algunos de ellos ya no están entre nosotros, como Laika, Brut y Rústic.

Y gracias a Dios ahora mismo tengo a dos de estos hijos conmigo, Tatxa y Esquit. Estos 5 son los que he considerado siempre mis perros, que me elegían a mi como madre y por tanto yo los he elegido a ellos como hijos. Y si, ya se, no es igual que un hijo de verdad, se que no son personas, que son animales pero...si se les puede querer igual que a una de ellas, si son mejores que casi todos los humanos.

Por eso quiero que Laia crezca siempre rodeada de alguno de ellos, se que le pueden aportar un montón de cosas buenas, que serán buenos amigos, que siempre los tendrá a ellos para jugar. Y creo que es bueno para su madurez, el sentido de la responsabilidad y un montón de cosas más.

Y aunque a veces cuando Tatxa ladra como una loca, o Esquit levanta la pata y marca todo lo que pilla me entran ganas de matarlos, estrangularlos y enviarlos de paseo, mi vida sería mucho más triste sin ellos, y me encanta llegar a casa y que me reciban con la alegría que lo hacen, sin ningún reproche, simplemente saltando o moviendo la cola. Os quiero pequeñajos!!!

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