El 23 de abril, día de San Jordi nos fuimos hasta Valldemossa porque sabíamos que habría un cuentacuentos, así que como teníamos la maravillosa compañía de Paula allá que nos fuimos los cuatro. Además allí estaban ya los primos valldemossins. Los niños se sentaron sobre la alfombra y yo no tenía muy claro si Laia aguantaría todo la historia, pero la verdad es que si, la payasa supo captar su atención y quedó flipada, aparte de que estaba muy bien acompañada por su prima. Hay que decir que nuestra cuentacuentos supo hacerlo y cuando vio que los niños empezaban a inquietarse sacó para hacer pompas de jabón y los acabó de conquistar. Salimos afuera para que pudieran correr más libremente y se lo pasaron pipa todos y Laia disfrutó como lo que es, una enana. Me encanta cuando hacemos cosas de estas y la veo disfrutar y pasarlo bien. Luego tuvimos tiempo de ir a merendar a un parque con todos los primos y jugar un rato, así que fue un día de San Jordi súper completo.
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