Una estrella que brilla.

A Laia le fascinan las estrellas, desde bien pequeñita le han llamado mucho la atención. Debía tener unos 13 meses cuando una noche que paseábamos por fuera me señaló el cielo y me enseñaba las estrellas, no se veía la luna , así que lo que le llamaba la atención era el brillo de las estrellas que esa noche estaban resplandecientes. Aproveché para explicarle que una de esas estrellas era su abuelo Pupi, que nos miraba desde arriba y nos cuidaba y protegía. Naturalmente no esperaba que me entendiera, pero desde ese día me va señalando las estrellas que ve, y le encantan estén donde estén y sean como sean. Cuando las noches sean más calurosas nos tumbaremos boca arriba en el césped y le seguiré contando cosas de su abuelo Pupi mientras miramos su estrella, que siempre es la que más brilla. Y no se si surtirá efecto o no, y si Laia aprenderá a querer el recuerdo de su abuelo, pero yo lo voy a intentar. Quiero que sepa que de alguna manera su abuelo sigue vivo y con nosotros,y de momento cuando le doy el baño ya sabe quien es su abuelo Pupi en la foto que tengo justo al lado de la bañera(si, lo se, es raro tener una foto de la familia en el baño, pero yo la tengo y me ayudan en esos momentos críticos en que cuesta ir de vientre,es mirarlos y me entran las ganas, jejeje) y mientras sirve para que Laia sepa quien era su abuelo Pupi. Te echamos mucho de menos, papi, pero mucho!!