martes, 8 de septiembre de 2015

Decir adios.

Mucho tiempo,lo se, demasiado, pero venimos de decirle adiós a una de las personas más importantes de nuestra vida, la súper abuela nos dejó el 17 de agosto. Se fue para siempre dejándonos nuestros corazones rotos y nuestras almas vacías.
Es de lo más doloroso que me ha tocado vivir, nuestro día a día esta siendo difícil y así y todo seguimos adelante con una sonrisa porque es el mejor tributo que se le puede hacer a una gran mujer como era la abuela Juana, que siempre tenía su sonrisa dibujada.
Laia nota su ausencia, pero sabe que esta arriba en el cielo con el abuelo Pupi. Cuando le dije que su abuelita se había ido para arriba en el cielo, me dijo que ella la quería aqui abajo, no arriba. Y hoy me ha pillado llorando, mirando la casa vacia y oscura que antes ocupaba mi madre y me ha preguntado si estaba triste y porque lloraba, le he dicho que porque echaba de menos a la abuela y me da un abrazo grande y me dice : "te prometo, te prometo que la abuelita bajará algún día". Tal como suena, tal como lo digo y a mi me han entrado unas ganas de comérmela a besos, tiene tanta empatía por la edad que tiene que me sorprende.
Laia ha cuidado a su abuela todo este tiempo con mucho amor, con mucho cuidado, le daba la mano para caminar, le advertía de los peligros, le pedía que no durmiera más, que era de día y tenía que estar despierta y a mi madre se le caia la baba con ella, hasta prácticamente lo último conseguía que se le dibujara una sonrisa en la cara y le brillaran los ojitos como antes. Mi madre me decía que esta niña era muy especial, que era demasiado lista, que era tan sumamente graciosa y tan bonita que no se podía con ella. Yo la llamaba exagerada, que la niña tampoco era tan espabilada ni tan especial, pero creo que tendré que acabar dándole la razón, porque a veces dice y hace cada cosa que no parece una niña de tres años.
Una de las cosas que peor llevo es que Laia no se acordará de su abuela  a medida que crezca, no tendrá recuerdos nítidos de ella, no sabrá captar la esencia tan mágica de mi madre y no habrá podido disfrutar de las mil cosas buenas que sabía hacer. Me duele porque recordará lo que le contemos, no sus propios recuerdos, pero así y todo intentaré que capte al máximo su esencia, su manera de ser, intentaré transmitirle los valores que ella nos transmitió y así, a lo mejor, conseguiremos hacer de Laia una gran mujer. 


1 comentario:

  1. Seguro que se acordara de su abuela Juana ,porque como tu bien has dicho es una niña muy espabilada y uno normalmente suele siempre guardar los buenos recuerdos.Por cierto esta monisima con esas gafas sin cristales parece una azafata del un,dos,tres.Dale tres besos de mi parte ,si la coges de buen talante.

    ResponderEliminar