domingo, 8 de diciembre de 2013

El placer de un cuento.

Los días de tanta lluvia, cuando ya no sabemos que hacer con nuestras vidas, Laia siempre encuentra la manera de distraerse y entretenerse un buen rato, es más, una de las mejores maneras de hacerlo. Coger un cuento y  disfrutarlo. Tanto le da, puede mirarlo sola, como pedirte que lo mires con ella, como contártelo a su manera o escucharte con interés mientras se lo cuentas tu. A veces lo quiere hacer todo a la vez, y es un poco caos, pero siempre salimos airosas. Creo que tiene madera de buena lectora, a ver si conseguimos hacerle amar el placer de la lectura.







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