miércoles, 29 de enero de 2014

Que emoción!!!

Y aquí estamos, dándolo todo la noche más mágica del año. Desde bien pequeñita no me he perdido nunca, más que una vez, la cabalgata de nuestro pueblo. Siendo adolescente fui con las amigas a Palma y me dije que nunca más, para mi no tiene el encanto que tiene la de donde vivimos. Realmente hay dos o tres carrozas solo, pero están allí, bien cerquita y luego entramos todos a la iglesia y estamos bien pegados a los Reyes. Nos hablan directamente a todos nosotros, podemos fotografiarnos con ellos y lo disfrutamos todo mogollón. Cuando yo era pequeña nos llamaban allí mismo para darnos un adelanto de nuestros regalos, era increíble la emoción que sentíamos. Ahora van a las casas que se lo piden a entregar un presente, cuando seas un poco más grande también te lo traerán, luego lo grande lo encontraremos como siempre, por la mañana. Sigo contándote lo que hacía de más pequeña, después de ver a los Reyes nos íbamos a casa, cenábamos y preparábamos las zapatillas con las habas para los camellos y los tres vasitos de moscatel para los Reyes. Luego mi madre nos mandaba a todos a la cama, que sino los reyes no vendrían. Anda que no me costaba dormir a mi. Esto lo hicimos hasta nuestra adolescencia, pon que la ultima vez yo tendría unos 16 años, pues imagínate, el tío Juanca tenía 26. Hemos sido un poco infantiles siempre. Después ellos se marcharon de casa y los primeros Reyes yo sola fueron muy tristes, aunque tu abuela hizo de todo para que yo notara poco su ausencia, hasta llamo a Castellón donde estaba tu tío Oscar para, a medida que yo abría los regalos, ella le detallaba lo que yo encontraba. Y hace aproximadamente unos 14 años, con cada uno de nosotros teniendo ya su vida hecha, volvimos a quedar a dormir en casa de los abuelos para encontrarnos luego todos juntos los regalos por la mañana. Y así ha quedado la tradición, año tras año, nos reunimos y montamos la gran juerga por la noche antes de que vengan los Reyes y por la mañana nos encontramos los regalos. Ojala lo podamos hacer muchos años, para que tu, mi pequeña princesa, puedas disfrutar como yo de la gran magia de los Reyes Magos de Oriente. Que aunque el Rey Baltasar te asusto un poquito, yo creo que disfrutaste de verdad de esa noche mágica. Y mañana, los regalooooos!!!! 




Tu amigo Álvaro compartió contigo esos momentos mágicos.





Y Paula también fue fiel a su cita de cada año.

Pues no, el Rey Baltasar no te gustó demasiado, con lo majete que era.

No hay comentarios:

Publicar un comentario