Juegos.

A Laia le encantan los niños, es ver niños más grandes que ella o similares y ya quiere darles la mano e irse con ellos, así que cuando viene alguno a casa a jugar es feliz. Este día en concreto tuvimos que ir a buscar a Víctor al cole y traerlo a casa a comer, así que no te digo lo genial que se lo pasó. Víctor tiene mucha paciencia y es un niño super responsable, así que se encarga de ella de fábula. Después de comer salimos fuera a jugar, al principio Víctor le pasaba la pelota todo el rato para que se la devolviera, pero como Laia lo que hacía era dar vueltas como una peonza con ella sin tirársela ,al final se canso y nos pusimos los dos a jugar a fútbol, con caída mía incluida y risas prolongadas de Víctor. Laia se quedó sentada en el césped mirando el partido con mucho interés, más del que me pensaba yo que demostraría.

Y lo bien que se lo pasaba ella, pobre!!!