Torbellino.

No paras quieta ni un segundo, así puedes estar en el tobogán, donde ya te subes y bajas sola sin ayuda, como que decides irte a dar una vuelta alrededor de la casa, lo miras todo, lo tocas todo, coges la escoba, barres, la sueltas, te vas al tobogán otra vez, te balanceas, entras en la casita, vuelves a coger la escoba, me coges un dedo y me llevas a pasear a mi, vuelves a dejarme y te vuelves al balancín....ayyy, me agotas, y yo ilusa de mi, cuando salimos fuera cojo el tablet o algún libro o revista por si puedo sentarme un ratito al sol a leer, mientras te vigilo con el otro ojo, pero no hay manera, no he podido estar sentada ni cinco minutos. En fin, digo yo que algún día llegará que me podré relajar un poquito.