Sentimientos.

 Jamas sentí lo que he oído miles de veces de cuando tienes un hijo, eso que desde que lo tienes dentro ya lo quieres a muerte, o que cuando le ves la carita te inunda un amor jamás conocido, no, no llegué a sentir nada de eso, ni tampoco me sentí madre sólo con verla...Yo necesité mi tiempo, tuve que conocerla, hacerme a ella, para empezar a sentir esos sentimientos fuertes que te inspira un hijo. Al principio sentía una gran responsabilidad, sentía ilusión, me sentía maravillada de lo que es capaz el cuerpo humano, pero ese amor inmenso me tardó un poquito en llegar, es que para mi no es fácil querer, jamás he sido de esas que te conocen y a los dos días te dicen que te quieren un montón; alto, querer es algo muy serio, muy profundo, y yo no quiero a todo el mundo, puedo tener aprecio, sentimientos fuertes, cariño pero querer? querer quieres a los que darías tu vida, un riñón, hasta tu corazón si quieres y yo para querer necesito tiempo, roce, experiencias...Que decir que ahora no quiero a Laia, la super quiero, la adoro, la amo con todo mi ser, pero no porque la haya llevado dentro y sea sangre de mi sangre, no, es porque ya la conozco, porque la tengo conmigo todo el rato y porque los niños son los seres más fáciles de querer, pero siempre he pensado que si me dan un bebe de pocos días que no lo haya parido yo y me lo dejan criar, lo querría exactamente igual que uno que haya nacido de ti. El amor, los sentimientos, todo lo que conlleva, lo vas sintiendo día a día.